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viernes, julio 23, 2004

Las nubes se chocan 



Hete más allá mi segunda producción literaria titulada "Caída libre!", con ! sólo por optimismo, que consta de 7 poesías que espero harán deleitar al lector con lo dulce del cadáver, y servirán de lapicera a la hora de escribir el guión de sus angustias. Pueden obtener su ejemplar respondiendo afirmativamente a la convocatoria de más ariba o bien por mail o paloma mensajera (último suspiro). Desde ya, gracias!


Pd: Mantícora, un honor



lunes, julio 19, 2004

Confieso que he vivido 

 Ayer fui en ayunas a ver "Eterno resplandor de una mente sin recuerdos" y estuve durante toda la película fantaseando con un sushi. Fui a un tenedor libre chino y pregunté dónde estaba dicho plato, y la camarera (la primer china tetona que veo en mi vida) me dice que el sushiman faltó. Entonces me bajé todo lo demás que había en ese lugar pero me fui con el alma vacía por no haber obtenido mi sushi (limé).  Hoy decidida a deleitarme con una maldita pieza de niguiri fui a Galerías Pacífico. Derecho a Sensu, pregunté a cuánto estaba el sushi. "Quince pesos, pero el sushimán está enfermo". PERO LA PUTA MADRE! Le pregunté si no había otro local de sushi y me dice que no. Enfilaba para un fast food capitalista y al lado veo un local de sushi que vende cada pieza a razón de un peso, y el pop te lo armás vos. Qué económico (tomen nota!). Y es sabido que el de Sensu me había metido el perro.
 Bueno, todo esto es una mera introducción, es sabido que no me gustan los posts así de diariointimistas. Pasa que están viniendo a mi cabeza recuerdos (eso que acabo de escribir es una metáfora?) totalmente bizarros de lo que veía de chica en Nickelodeon (sí, yo soy una chica del dos mil y tenía 7 años cuando se instaló ese canal). Bueno, en realidad veía La vida moderna de Rocko que era la obra más surreal que vi en mi vida, ahora lo emiten azarosamente en el mismo canal y es difícil engancharlo. Pero me refiero más que nada a la programación de Nick Junior, un segmento que pasaban a la mañana dirigido a los kinderagers. Paso a enumerar los programas:
  *Las pistas de Blue: Blue era un perro azul dibujado que tenía un dueño de carne y hueso llamado Steve que tenía tremenda cara de jeropa. Blue veía el futuro, o sabía cosas que los demás no sabían, o algo así, cuestión que para hacerle saber estas cosas a Steve dejaba sus huellas de perro azules en algunos objetos, entonces Steve recorría una casa y buscaba las pistas (o sea, todo lo que tuviese la huella del perro).  Una vez ponele, Steve vio la huella de Blue en una gota de agua y en una nube, y dedujo que blue le quería decir que estaba por llover; y así. Y cantaba todo el tiempo Steve, un dicharachero.
 *Cara: era un micro que pasaba entre programa y programa, era un fondo de color (siempre variaba)  con dos puntos que vendrían a ser los ojos y una boca, así de sencillo. No me acuerdo bien qué carajo hacía Cara, sólo que siempre, inexorablemente, después de decir Nick Junior decía "tu-tu-rú!" como una trompeta. No sé, estos personajes andróginos e intemporales tipo los Teletubis y cara me tienen los huevos chatos.
 *El castillo de Eureka y La ventana de Allegra: El parecido se nota desde la sintaxis de los títulos y los nombres panchos de las protagonistas. Era lo mismo, un títere que tenía muchos amigos títeres, excepto que Allegra lloraba mucho (no se pudre la goma eva con el agua?) y tenía una maestra negra parecida a Gupi Bulger. No me acuerdo más que eso, nunca me gustó mucho ninguno de los dos.
*La isla Gullah-Gullah: se trataba de una familia negra (con una hija pelirroja : ) que vivía en una isla que de isla no tenía nada porque no veías una gota de agua en 500 ms a la redonda excepto en un capítulo dedicado a la lluvia, en el cual afuera estaba lloviendo entonces como los nenes no podían salir a jugar con el sapo que tenían afuera los padres hacían una orquesta con los utensilios de cocina imitando los ruidos de la lluvia, por ejemplo tirando arroz sobre una sartén, lo que no entiendo es por qué utilizaban estos métodos tan precarios si tenían el mismo fenómeno ahí nomás. El sapo antes mencionado era una rana amarilla gigante con lunares naranjas llamada Villa Villa o Viña Viña, no sé, estos doblajes del orto nunca se entienden. Y mientras veías Nick Junior de vez en cuando salía una de las canciones que cantaban en este programa como si fuera un videoclip así suelto con el nombre debajo.
 Y no me acuerdo más, no sé, de vez en cuando lo engancho y me entristezco de lo horrible que realmente es lo que en otros tiempos me gustaba (alto Kameyo). No sé si alguno de los lectores de este blog comparte mi memorabilia, supongo que posteriormente en los comments hablarán de los dibujos ochentosos que veían en la horrible década en que les tocó nacer (aunque yo también re veía Mi Pequeña Lulú!).


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