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viernes, enero 02, 2004

FaLaCia*remedios de plástico 

Hace ya unos meses anda dando vueltas mi primer producción literaria (o bien: una poesía fotocopiada cientoypico de veces). Calculando, acabo de caer en la cuenta de que menos de treinta personas ha tenido "Falacia" en sus manos. Así que decidí relanzarla marketineramente mediante este mi blog.
Del planeta más fucsia de todos y de la necrología ambigua del arte ha nacido "Falacia". Una obra que no engaña al hablar de la evasión fácil de los problemas, de la droga, de Dios, de la amistad, de los finales y de la luz. Es glam porque yo lo digo; y está triste aunque no esté llorando.
Los que quieran una copia sólo tienen que escribirme a inmaculada01@hotmail.com, y la recibirán gratuitamente (de más está decirlo). Esperaban que dijera "en su domicilio"? Pues no, piltrafas!

"Nuestras lágrimas internas se van secando;
pero las mías no vuelven."


Como si fuera poco, Axel que es algo así como un ángel caído del Cielo hizo una página publicitando esta obra, a la cual pueden acceder clickeando AQUI.

"El dinero mejor gastado es en fotocopias". Ou, yes.!

Héroes según Nietzsche 

De Friederich Niezstche sólo tengo para decir que era algo así como el Bucay del siglo XIX, que se hizo más famoso de lo que merecía (igual que tantos otros) y que encima ahora está de moda. Pero claro que lo he leído y respeto varias de sus teorías. Ahora, sin otro propósito que el de proporcionarles material de lectura veraniega a quienes pasan el corriente enero en el asfalto, les dejo un texto del mencionado pensador austríaco para que... reflexionen se dice? A mí me gustó, y necesitaba postear algo y tengo la cabeza quemada.
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"Aquel que tiene la pretensión antinatural y antropomorfa de no vivir superficialmente, de no aceptar la superficialidad (conciliación, indulgencia, concesiones, compromisos, pactos), aquel que quiere arrancarse de esos lazos que por siglos han ahogado y domesticado, es enemigo de la humananidad.
Toda sublevación contra las normas y las reglas lleva al aislamiento y a una guerra sin esperanzas. Pero todo héroe ama la vida a causa de este peligro: `edifiquen sus casas al pie del Vesubio´.
Si se franquea la zona de seguridad, se cae en una zona inmanejable y no se sabe hasta qué punto se puede soportar: la luz puede ser tan fuerte que ciegue."

jueves, enero 01, 2004

La Tierra ya está hecha 

Odio entrar a un blog al que nunca entré y que el primer mensaje que encuentro sea "Perdón queridos lectores porque hace mucho que no posteo, pasa que estoy con parciales, estoy mudándome, estoy yendo a Timodella, estoy estudiando jeringozo, estoy tratando de inventar una droga que me haga millonario, estoy haciendome un lavaje de ombligo, estoy desplumando un pollo y estoy haciendo las valijas para visitar a mis parientes de Chajarí­; por lo tanto hasta dentro de un par de semanas no pienso postear nada". Pero ese mismo es el propósito de este mensaje, disculparme porque hace mucho que no posteo. No tengo motivos sustentables que justifiquen mi desaparición de la web, así­ que mejor me callo. Pero para mantener sintonizados a mis lectores asiduos y para atraer otros tantos potenciales les cuento que ando elaborando un escrito sobre tribus urbanas (alto cliché, me disculpo nuevamente) que pienso publicar dentro de una semana y pico.
Mientras puedo comentarles que gracias a ¿Dios? pasé un Año Nuevo bastante potable en comparación con mi Nochebuena. Convencí­ a mi señora madre de que no hace falta llenar la casa con familiares y amigos que ni conocemos, de que Año Nuevo es un dí­a más y de que no tenemos por qué hacerle lavar a nuestra pobre empleada rusa millones de platos al día siguiente. Así­ que pasamos esta fecha en pijama mirando "Vale la pena" (no-stomach). Comimos lo que había, y brindamos con un champagne caro que toma mi vieja cuando toma alcohol (o sea, ocasiones especiales) y que se ofende si no pruebo alegando algo como "daaale, encima que compro...!". En vez de quedarse tranquila al saber que su niña bonita detesta el alcohol (absolutamente cierto! lo juro!)...! En fin. Brindamos a eso de las 12 y cuarto, cuando nos dimos cuenta por el ruido de los fuegos artificiales. "Feliz año, che!", y a otra cosa. Qué bueno, por fin algo de cordura.
Después fui con "las chicas" (léase compañeras de la primaria) a caminar por Recoleta. Exhortamos a un DJ con camisa de seda a poner un tema que a nadie le gustara, así­ cuando lo poní­a nos í­bamos corriendo ("adolescencia" le dicen...). "Vamos a Tiro Loco!", decí­a yo, aludiendo a un bolichongo sito a media cuadra del Village del cual me atraí­a el nombre desde hacía unos meses, pero no se por qué nunca había visitado. Así que después de entrar y salir de unos.. cinco! bares de por ahí­ (no sólo entrar, sino bailar con viejos ebrios y meseras con pantalones blancos apretados), fuimos a "Tiro Loco" por 6 pesos y barra libre. Entramos y pedimos cinco cervezas, una para cada una, aunque somos todas abstemias. Ante la mirada atónita e iracunda del barman, tomamos un trago para brindar, y dejamos los vasos llenos en una mesa. Maca pidiéndole al DJ (éste era joven y con jeans de Ona Sáenz) que pase La Cachaca (!!!) y yo, que me conceda el deseo de empezar el año con un tema del Indio. Conclusión, pasamos no más de 40 minutos en Tiro Loco, medio... "alegres" se dice? Y para no desperdiciar la barra libre, de gronchas que somos, rematamos con una Coca cada una (la única bebida sin alcohol que habí­a... creo que ni agua.!-qué fea es la Coca).
A la salida (5:15 am) nos encontramos con un patovica llamado Fer que nos dice "Quieren venir a Sara? Un boliche...". Bueeeeno, vamos! caminamos dos cuadras con este tipo, hasta que la menos ebria notó que nos estaba haciendo dar vueltas al pedo. Fer se puso a hablar con un viejo que pasaba, de repente se pusieron a discutir y todas dimos media vuelta y nos fuimos hacia Las Heras. Moraleja: nunca confí­es en alguien que se presenta con su apodo.
Terminamos dando vueltas por Plaza Francia, después todas se fueron a desayunar al Café de la Paix y yo me fui con la menos cheta a mi casa, cayendo en la cuenta de que habí­a festejado Año Nuevo.
Y ahora caigo en la cuenta de que tení­a algo que decir aparte de la disculpa. Somos ví­ctimas del ego...!

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