lunes, enero 12, 2004
Cadáveres navideños
Acabo de hallar la génesis de mi odio hacia las fiestas: soy una resentida y envidio las familias patriarcales y numerosas. Así que vayan a seguir recordando las doce campanadas, yo voy a seguir viendo Cruce de artistas que hoy está Luis Benedit, lástima que está subestimando jodido al Puma Goity que es un bombón. Ojalá algún día pueda pasar navidad con ellos.
Adiós tribus urbanas
Informo a la comunidad blogera que aquí se reúne que dí de alta mi escrito sobre las tribus urbanas por considerar subjetivo en un 89% lo que iba quedando - así no hay periodismo que funque.
Es sabido que odio las tribus urbanas, comprendiendo por "tribus urbanas" a los nü punx, nü hippies y nü sarlengas. Sólo a los nü, a los auténticos los respeto porque de alguna manera u otra han logrado un cambio social importante en más de un aspecto (los sarlengas lograron que se legalice el Amoxidal). A mí un punk ortodoxo me parece tan esclavo como una vieja de Barrio Norte que reza todas las tardes a San Benito, y tan pelotudo como un rugbier banana que no sabe qué hacer de su vida. O sea, si se supone que estas agrupaciones están en contra del sometimiento común, por qué se someten ellos también a sus ideologías? Odio los dogmas, y las supuestas ideologías en las que se basan estas tribus son tales. Si se quieren rebelar, señores, elaboren su propia filosofía de vida en vez de adaptarse cómodamente a una ya diagramada. Extraigan elementos de la cultura que tengan ganas, claro, pero que sirva para innovar y diferenciarse. Por otro lado, hay "tribus" cuyos miembros son hermanados únicamente por un par de elementos. A los alternos (hebillitas, carta de colores de Albalátex en la cara, corte Cornelio Saavedra y mochila con liquid paper con Bellota colgando) sólo los unen los detalles visuales mencionados en el paréntesis. Y a los rollingas el estilo de música y una indumentaria determinada. Se podría deducir que sí me agradan estas tribus porque no están arraigadas a ninguna filosofía; pero de gataflora que soy, digo que sí me molesta que sea tan superfluo y barato pertenecer a ellas.
Ojalá dentro de poco dejen de preguntarme "medio hippy sos vos, no?". Paz y amor.
Es sabido que odio las tribus urbanas, comprendiendo por "tribus urbanas" a los nü punx, nü hippies y nü sarlengas. Sólo a los nü, a los auténticos los respeto porque de alguna manera u otra han logrado un cambio social importante en más de un aspecto (los sarlengas lograron que se legalice el Amoxidal). A mí un punk ortodoxo me parece tan esclavo como una vieja de Barrio Norte que reza todas las tardes a San Benito, y tan pelotudo como un rugbier banana que no sabe qué hacer de su vida. O sea, si se supone que estas agrupaciones están en contra del sometimiento común, por qué se someten ellos también a sus ideologías? Odio los dogmas, y las supuestas ideologías en las que se basan estas tribus son tales. Si se quieren rebelar, señores, elaboren su propia filosofía de vida en vez de adaptarse cómodamente a una ya diagramada. Extraigan elementos de la cultura que tengan ganas, claro, pero que sirva para innovar y diferenciarse. Por otro lado, hay "tribus" cuyos miembros son hermanados únicamente por un par de elementos. A los alternos (hebillitas, carta de colores de Albalátex en la cara, corte Cornelio Saavedra y mochila con liquid paper con Bellota colgando) sólo los unen los detalles visuales mencionados en el paréntesis. Y a los rollingas el estilo de música y una indumentaria determinada. Se podría deducir que sí me agradan estas tribus porque no están arraigadas a ninguna filosofía; pero de gataflora que soy, digo que sí me molesta que sea tan superfluo y barato pertenecer a ellas.
Ojalá dentro de poco dejen de preguntarme "medio hippy sos vos, no?". Paz y amor.
